Consecuencias de no restaurar una pieza dental perdida

Consecuencias de no restaurar una pieza dental perdida

La pérdida de un diente puede parecer un problema menor, pero sus consecuencias pueden ir más allá de la simple estética. Cuando no se restaura una pieza dental a tiempo, la salud bucal y general se pueden ver seriamente afectadas.

Las piezas dentales cumplen funciones muy importantes, y su ausencia puede desencadenar una serie de problemas, como el volcamiento de dientes adyacentes, alteraciones en la oclusión, y hasta pérdida de hueso y tejido gingival. Conocer estas consecuencias es clave para tomar decisiones informadas y actuar de manera rápida.

¿Por qué es importante restaurar una pieza dental perdida?

Cada diente en la boca tiene una función específica, desde desgarrar, cortar y triturar y, lo mas importante, la función que desempeñan en su conjunto en cuanto a la estabilidad articular y muscular que ofrecen.

Cuando se pierde un diente, ya sea por caries, enfermedad periodontal o un trauma, se genera un espacio vacío que puede afectar la funcionalidad y la estética de la boca.

Si no se repone la pieza dental perdida, los dientes adyacentes y opuestos pueden desplazarse o inclinarse para intentar ocupar ese espacio, lo que genera complicaciones adicionales.

Restaurar una pieza dental perdida a tiempo es fundamental para mantener la salud bucodental y prevenir problemas futuros. Los efectos de no hacerlo pueden ser más significativos de lo que se piensa y, con el tiempo, más difíciles de tratar.

Volcamiento y desplazamiento de dientes adyacentes

Uno de los efectos más comunes de no restaurar una pieza dental perdida es el volcamiento y desplazamiento de los dientes vecinos. Al faltar un diente, los dientes adyacentes tienden a moverse hacia el espacio vacío, causando malposiciones y desajustes. Esto puede alterar la mordida y la distribución de la fuerza al masticar, lo que a su vez aumenta la probabilidad de desgastes dentales y posibles fracturas.

El movimiento de los dientes adyacentes es un proceso gradual, pero con el tiempo puede causar problemas significativos en la alineación dental. Además, los dientes antagonistas (los que se encuentran en la arcada opuesta) también pueden extruirse o desplazarse hacia el espacio libre, contribuyendo a la alteración de la mordida y la función masticatoria.

Cambios en la oclusión y en la articulación temporomandibular

La oclusión, que se refiere a la forma en que los dientes superiores e inferiores se encuentran al cerrar la boca, juega un papel crucial en la salud bucal. Cuando se pierde una pieza dental, esta oclusión se altera, lo que puede generar desajustes y asimetrías en cuanto a la aparición de un lado preferente en la masticación y provocar molestias musculares o articulares.

Desajustes en la articulación temporomandibular (ATM)

La articulación temporomandibular (ATM) es la articulación que conecta la mandíbula con el cráneo y permite los movimientos de la boca al hablar, masticar y bostezar. Si la oclusión se ve afectada por la pérdida de un diente, la articulación temporomandibular también puede verse comprometida.

Una mala oclusión puede causar una serie de problemas, como dolor en la mandíbula, dolores de cabeza, e incluso agravar el  bruxismo (rechinar de dientes). Además, se pueden presentar sonidos articulares (chasquidos) o limitación en los movimientos de apertura y cierre de la boca.

Cambios en el hábito de la masticación

La masticación es una función que, aunque puede parecer automática, está finamente regulada. Si falta una pieza dental, el hábito de la masticación se puede ver afectado de diversas maneras. Por ejemplo, es común que la persona empiece a masticar solo de un lado, generando una masticación unilateral.

Consecuencias de la masticación unilateral

Este cambio en el hábito masticatorio tiene implicaciones como:

  • Sobrecarga articular: Al masticar solo de un lado, se genera mayor presión y desgaste en la articulación temporomandibular de ese lado.
  • Desarrollo desigual de la musculatura: El lado que se utiliza más para masticar se desarrolla de forma más pronunciada, lo que puede causar asimetrías faciales.
  • Desgaste asimétrico de los dientes: El lado que se utiliza más tiende a desgastarse de forma más acelerada, lo que puede ocasionar fracturas, sensibilidad y problemas estéticos.

Pérdida de hueso y tejido blando (encía)

La presencia de los dientes es crucial para el mantenimiento y preservación del hueso alveolar (el hueso que rodea y sostiene a los dientes). Cuando hay una pieza dental perdida y no se restaura, el hueso donde estaba el diente empieza a reabsorberse, es decir, a disminuir de tamaño. Este proceso es conocido como reabsorción ósea, y puede tener consecuencias importantes.

¿Por qué se produce la reabsorción ósea?

El hueso alveolar se mantiene gracias a la estimulación constante que recibe por la presión de morder y masticar. Cuando un diente se pierde, esta estimulación desaparece y el hueso empieza a atrofiarse. Con el tiempo, esto puede causar:

  • Pérdida de volumen y altura del hueso alveolar.
  • Retracción de la encía, lo que expone más la raíz de los dientes vecinos y los hace más susceptibles a enfermedades periodontales.
  • Dificultad para colocar implantes dentales en el futuro, ya que la pérdida ósea puede requerir injertos óseos/mucogingivales previos.

Opciones para restaurar una pieza dental perdida

Restaurar una pieza dental perdida va mucho más allá de mejorar la estética dental; es un paso fundamental para preservar la funcionalidad, estabilidad y salud de toda la cavidad bucal. La ausencia de un diente puede desencadenar problemas serios como maloclusiones, pérdida de hueso alveolar y alteraciones en la masticación. Actuar a tiempo y restaurar la pieza perdida no solo previene complicaciones futuras, sino que garantiza una mejor calidad de vida, evitando tratamientos más complejos y costosos con el tiempo.

Hoy en día, existen múltiples alternativas para restaurar un diente perdido, y la elección del tratamiento dependerá del estado de salud bucal del paciente, el número de piezas perdidas y sus preferencias personales. A continuación, detallamos algunas de las opciones más frecuentes para reponer un diente:

Implantes dentales

Los implantes dentales son la alternativa más cercana a tener un diente natural y se consideran el estándar de oro en la restauración de piezas dentales perdidas. Consisten en un tornillo de titanio que se inserta en el hueso maxilar o mandibular y que actúa como una raíz artificial. Sobre esta estructura se coloca una corona dental que simula el aspecto y la función de un diente natural.

La principal ventaja de los implantes es que ofrecen una solución fija, estable y duradera, evitando el movimiento de los dientes adyacentes y preservando el hueso de la zona. Al estar fabricados con materiales biocompatibles, tienen una alta tasa de éxito y su integración con el hueso (osteointegración) los convierte en una opción muy segura. Además, permiten una función masticatoria muy similar a la de un diente real y mejoran la estética de la sonrisa de forma notable.

Protesis fija

Las coronas o puentes son una opción tradicional para restaurar uno o varios dientes perdidos, siempre y cuando no tengamos extremos libres. Es decir, debemos contar con un diente/molar de soporte anterior y posterior a la ausencia. Se denominan «puentes» porque literalmente «puentean» el espacio vacío con una estructura fija que se sostiene sobre los dientes adyacentes, conocidos como pilares. Estos dientes pilares son tallados para colocar sobre ellos el puente que reemplaza el diente o dientes faltantes.

Los puentes dentales son una opción fija y estética, y suponen una solución más rápida que los implantes dentales, ya que no requieren de cirugía. Sin embargo, su principal inconveniente es que requieren tallar los dientes adyacentes, lo que implica un proceso irreversible para los dientes vecinos, y no previenen la pérdida de hueso alveolar en la zona desdentada. Aun así, son una excelente opción para restaurar la función masticatoria y devolver la estética de una forma segura y efectiva.

Se convertirán en la solución protésica de elección en casos periodontales mas severos, para pacientes con atrofias óseas extensas, con alteraciones sistémicas determinadas o tratamientos médicos crónicos como los bifosfonatos.

Prótesis removibles

Las prótesis removibles son una alternativa menos invasiva para reponer una o más piezas dentales. Este tipo de prótesis se diseñan para ser retiradas por el propio paciente y pueden estar fabricadas de diferentes materiales, como resina o metal. Pueden ser parciales, cuando sólo reponen algunos dientes, o totales, cuando reemplazan toda la arcada dental.

Aunque son una solución efectiva para recuperar la función masticatoria y estética, las prótesis removibles no ofrecen la misma estabilidad y comodidad que los implantes o los puentes. Con el tiempo, el ajuste de la prótesis puede cambiar debido a la reabsorción ósea natural, lo que puede requerir ajustes o reemplazos periódicos. Sin embargo, son una opción válida para pacientes que buscan una solución rápida y asequible.

Mantén tu salud bucal en equilibrio

Recuperar un diente perdido es fundamental para preservar tu calidad de vida y tu bienestar bucodental. Si necesitas más información sobre nuestros tratamientos o deseas pedir una consulta, no dudes en contactarnos. Estamos aquí para ayudarte a mantener una sonrisa sana y radiante.

En Clínica Gonzalvo, ofrecemos una variedad de tratamientos personalizados para restaurar la funcionalidad y estética de tu sonrisa. Contamos con especialistas en implantología y prótesis dental que te ayudarán a elegir la mejor opción para tu caso.

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