Las tinciones dentarias pueden tener mayor o menor intensidad y pueden ser extrínsecas o intrínsecas.
¿A qué causas pueden deberse las tinciones dentarias?
Tabaco y alcohol
La nicotina presente en el tabaco causa tinciones en los dientes de color marrón y los taninos, en caso del vino, tiñen los dientes con manchas de color rojizo.
Alimentos
Algunos alimentos como el café, el té, etc. pueden teñir los dientes con manchas de color marrón.
Medicamentos
Por ejemplo, el hierro administrado en anemias tiñe los dientes con manchas de color negruzco. Además, ciertos antibióticos, como las tetraciclinas tomadas en edades de formación dental, pueden causar tinciones intrínsecas del esmalte, observándose una coloración más grisácea o marrón.
Bacterias
Algunas bacterias producen agentes cromáticos que tiñen los dientes. Dichas manchas pueden ser de coloración verdosa, azulada o negra.
Traumatismos
Debido a algún traumatismo, la pulpa del diente (nervio) se ve afectada y, en algunos casos, el diente se oscurece dando un aspecto más grisáceo.
Fluorosis dental
El flúor, en concentraciones no adecuadas y sin supervisión por parte de un profesional, puede producir tinciones dentarias de color blanquecino.
Causas genéticas
Hay enfermedades genéticas que se asocian a tinciones dentarias.
Edad
Con el tiempo, los dientes se vuelven más amarillos ya que disminuye la primera capa de esmalte y se transparenta la segunda: la dentina.
Tipos de tinciones dentarias
Extrínsecas
Se producen sobre la superficie externa del diente.
Intrínsecas
Se producen en la propia estructura interna del diente.
¿Cómo prevenirlas y tratarlas?
Tinciones intrínsecas
Cuando afectan a la estructura interna del diente: traumatismos, fluorosis o manchas tetraciclínicas. Al ser tinciones de origen interno, requieren tratamientos de odontología estética que escondan dicha coloración: reconstrucciones o carillas estéticas, ya sean cerámicas o de composite. Lo más importante será evaluar tu caso de forma individual.
Tinciones extrínsecas
Podemos prevenirlas y tratarlas mejorando la higiene dental e interdental, así como evitando al máximo las causas que lo provocan. En el caso de tener propensión a que aparezcan, será necesario realizar limpiezas profesionales anuales o cada seis meses. La higiene bucodental profesional no causa ningún daño al esmalte dental.
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