La lengua y la salud bucodental

La lengua

La lengua, más que un simple músculo, juega un papel fundamental en nuestra salud oral y maxilofacial. Este órgano potente y versátil, compuesto por varios músculos, no solo nos ayuda en la deglución y el habla, sino que también tiene un impacto significativo en el desarrollo de nuestra estructura facial y dental.

La lengua

La lengua está formada por un grupo de músculos que la convierten en uno de los órganos más fuertes de nuestro cuerpo. Si cumple con sus funciones correctamente, se convierte en un aparato de ortodoncia perfecto para nuestro paladar, ya que estimula su crecimiento.

Por el contrario, una posición o movimiento anómalo al tragar, junto con un hábito de respiración oral, puede ser perjudicial para el correcto desarrollo tanto maxilar como mandibular y afectar, por tanto, a la posición final de nuestros dientes.

Controles periódicos durante el crecimiento

Son muy importantes los controles periódicos durante el crecimiento con el fin de poder detectar estos hábitos y trabajar en su reeducación. Un correcto funcionamiento del sistema masticatorio repercutirá favorablemente en la evolución del crecimiento máxilo-mandibular de nuestros pequeños.

Cuando empiezan a erupcionar los dientes de leche (temporales) la posición de la lengua al tragar va cambiando; al alimentarse por succión (pecho/biberón) la lengua se posiciona entre los dos rodetes gingivales produciendo un vacío, necesario para la succión.

Al tener unas arcadas con dientes, la lengua debería posicionarse en las arrugas del paladar (detrás de los dientes superiores) para favorecer la deglución del bolo alimentario.

Deglución Atípica: Un problema a considerar

Llamamos deglución atípica o infantil cuando, ya teniendo los dientes temporales en boca, la lengua continúa posicionándose entre los dientes superiores e inferiores, es decir, continúa tragando simulando una succión.

Al tragar, la lengua debería colocarse siempre tocando la parte más alta del paladar y así estimular de manera natural el crecimiento del maxilar. Si la deglución infantil persiste, puede provocar o una mordida abierta anterior (hueco entre los dientes de arriba y los de abajo) y una falta de desarrollo del maxilar superior (paladar estrecho).

Prevención de problemas con la lengua

Aconsejamos revisiones periódicas de los más pequeños, aun en dentición temporal, para poder detectar y prevenir cualquier problema que pudiera surgir en el desarrollo de los maxilares así como intervenir de forma temprana en la reeducación de hábitos que pueden ser perjudiciales a largo plazo.

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