El tratamiento de ortodoncia es una parte importante del cuidado dental de los niños. Implica el uso de aparatos para corregir dientes desalineados y problemas de mandíbula, mejorando no sólo la estética sino también la funcionalidad de la boca.
Hay distintos tipos de tratamiento de ortodoncia pediátrica, como aparatos fijos y extraíbles, así como ortodoncia interceptiva y correctiva. Comprender las diferencias entre cada tipo de tratamiento puede ayudar a los padres a tomar una decisión informada sobre el cuidado dental de su hijo.
En este artículo exploraremos los distintos tipos de tratamiento de ortodoncia pediátrica disponibles y sus ventajas.
Aparatos de ortodoncia removibles
Los aparatos removibles son una poderosa herramienta para tratar algunos problemas dentales pediátricos.
Construidos con material acrílico y fijados con cierres metálicos, estos aparatos están diseñados para modificar el tamaño y la forma de la mandíbula y reeducar la deglución y la respiración.
A diferencia de los aparatos fijos, estas creaciones pueden ser retiradas por el paciente, lo que ofrece una solución más flexible.
Una de las principales ventajas de los aparatos bucales removibles es su capacidad para solucionar deficiencias óseas como un arco estrecho.
Estos aparatos pueden emplearse para ensanchar el maxilar superior, mejorando la respiración y disminuyendo el peligro de apnea del sueño.
Además, los aparatos removibles pueden utilizarse para corregir otros problemas esqueléticos como la sobremordida o la submordida.
Aparatos fijos
Los brackets de metal o porcelana adheridos a los dientes, con un adhesivo especializado, constituyen el tratamiento de ortodoncia más utilizado para rectificar eficazmente las desalineaciones y la maloclusión.
A los brackets van unidos unos alambres, que se ajustan con el tiempo para mover los dientes de forma constante hasta la posición precisa. Este aparato es adecuado para los casos más graves de maloclusión y produce resultados duraderos.
El ortodoncista normalmente debe ajustar los alambres cada cuatro o seis semanas para asegurarse de que los dientes progresan según lo previsto. Puede sentirse cierto grado de molestia después de cada alteración; sin embargo, normalmente puede aliviarse con medicación sin receta.
Debe observarse una buena higiene bucal durante la terapia, ya que los brackets y alambres pueden albergar alimentos y bacterias, lo que puede provocar caries o enfermedad periodontal.
Con un mantenimiento y unos cuidados adecuados, estos aparatos fijos pueden crear una sonrisa sana y atractiva que durará toda la vida.
Ortodoncia interceptiva
El tratamiento de ortodoncia interceptiva es una forma de atención diseñada para tratar problemas esqueléticos en individuos jóvenes, a menudo entre los 6 y los 10 años.
El objetivo de este tipo de terapia es prevenir problemas más graves en etapas posteriores de la vida, rectificándolos a tiempo. Esto puede minimizar la necesidad de una terapia más extensa.
Corregir un paladar estrecho o una mandíbula prominente puede tener efectos beneficiosos sobre el habla, la respiración y la alimentación del niño. Además, puede mejorar el aspecto facial del niño, lo que puede repercutir positivamente en su autoestima.
El tratamiento ortodóncico suele implicar el uso de un aparato extraíble, que se adapta a cada paciente. El aparato aplica una leve presión sobre los dientes y la mandíbula, guiándolos hacia la posición correcta.
Ortodoncia correctiva
El tratamiento de ortodoncia correctiva se centra en alinear los dientes y rectificar los problemas de mordida.
Este tipo de tratamiento suele realizarse tras la fase inicial de la ortodoncia interceptiva, que aborda los problemas esqueléticos.
Para enderezar los dientes y mejorar la sonrisa general, se utilizan aparatos fijos, como los de metal o porcelana. Estos aparatos pueden ajustarse durante el tratamiento para garantizar la alineación correcta de los dientes.
Una de las ventajas de la ortodoncia correctiva es que ayuda a evitar futuros problemas dentales.
Al alinear los dientes y corregir los problemas de mordida, es menos probable que los pacientes sufran problemas como caries, enfermedades de las encías y dolor de mandíbula.
Además, la ortodoncia correctiva puede mejorar la función de los dientes y la mandíbula, facilitando hablar y comer correctamente.
Cuándo iniciar el tratamiento de ortodoncia para niños
Tomar la decisión de iniciar el tratamiento de ortodoncia para tu hijo puede ser una tarea desalentadora para los padres.
Es esencial reconocer el momento óptimo para empezar. Por lo general, el tratamiento dental infantil debe comenzar entre los seis y los doce años, cuando empiezan a aparecer los dientes permanentes.
Es la oportunidad ideal para abordar cualquier problema de desalineación o mordida que pueda surgir. La detección precoz puede ayudar a evitar problemas más graves en el futuro.
Al elegir cuándo empezar el tratamiento de ortodoncia para tu hijo, es imprescindible una consulta con un ortodoncista.
El profesional puede evaluar los dientes, la mordida y el desarrollo de la mandíbula para determinar el mejor curso de acción. Empezar en el momento adecuado significa un periodo de tratamiento más corto y procedimientos menos invasivos.
Ser proactivo con la salud dental de tu hijo y consultar con un ortodoncista es clave para determinar cuándo empezar el tratamiento.